La migración es un fenómeno que ha formado la sociedad internacional como la conocemos hoy. Fue gracias al desplazamiento humano que todos los continentes del planeta están habitados. En México no fue diferente. A pesar de la existencia de los pueblos originarios, la llegada de colonizadores modificó la historia cultural, política y social del país.
Actualmente, miles de personas en movilidad residen o se encuentran en México como refugiados, solicitantes de asilo y personas desplazadas. El país recibe un flujo significativo de personas provenientes principalmente de Estados Unidos y Centroamérica. La integración de estos individuos en la vida política y social resulta esencial no solamente para el desarrollo del país, sino también para el fortalecimiento de la democracia mexicana.
Esto se debe a que la participación ciudadana es un aspecto fundamental en la construcción de sociedades inclusivas y democráticas, y también es un derecho de las personas en movilidad. Por ello, en este texto, Politize! y Ollin te ayudarán a entender la importancia de la participación cívica de las personas en movilidad, cómo puede ejercerse y sus beneficios para la sociedad y la democracia. ¡Acompáñanos!
*Ollin es una organización no gubernamental mexicana que trabaja para fortalecer el Estado de Derecho en México, realizando acciones de fortalecimiento institucional y promoción de ciudadanos capacitados.
- La importancia de la participación cívica para las personas en movilidad
- ¿Cómo ejercer esta participación?
- ¿Qué mecanismos y derechos existen para personas en movilidad?
- Los beneficios de la participación para las personas extranjeras y para la democracia mexicana
- Los desafíos existentes que deben superarse
- Referencias
La importancia de la participación cívica para las personas en movilidad
Antes que nada, debemos entender qué significa la participación ciudadana, o participación cívica, y cómo se relaciona con la democracia. La democracia es un sistema político basado en la voluntad del pueblo, en el que el gobierno generalmente es elegido por voto popular y se garantizan principios como libertad, igualdad e inclusión.
Por su parte, la participación ciudadana puede definirse como la participación activa de los individuos en asuntos de interés público, ya sean políticos, sociales o legislativos. En este sentido, la participación ciudadana es un derecho de todos en una democracia, además de ser una herramienta importante para la integración de los individuos en una sociedad.
Así, la participación ciudadana permite el desarrollo de capacidades en la sociedad que contribuyen a las decisiones políticas, la gestión gubernamental y la elaboración y evolución de políticas públicas, para que respondan a las necesidades de la población.
De este modo, la participación activa no solo de migrantes, sino también de refugiados y asilados en asuntos políticos, sociales y comunitarios, fortalece su voz, garantiza que sus necesidades sean escuchadas y contribuye a la construcción de políticas públicas más inclusivas. En México, los derechos humanos de las personas en movilidad y refugiados están reconocidos por ley y, por lo tanto, la participación ciudadana es un derecho de todo migrante.
En este sentido, la participación ciudadana activa de las personas en movilidad, al aumentar su integración en la sociedad, también tiene la capacidad de combatir prejuicios y estereotipos. Como consecuencia, se promueve la dignidad del inmigrante y se fomenta un intercambio cultural que contribuye a la diversidad del país.
Esto se vuelve aún más fundamental en el caso de los refugiados y solicitantes de asilo, dada la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran. Estas personas llegan al país en busca de protección y oportunidades, generalmente debido a situaciones que pusieron en riesgo sus vidas e integridad en sus lugares de origen.
De esta forma, no solo la protección, sino también la integración de estos individuos en la sociedad constituye un aspecto esencial para la garantía de sus derechos.
¿Cómo ejercer esta participación?
Según datos del Censo de Población y Vivienda 2020, cerca de 1.168 millones de migrantes viven en México. De este total, más del 60% proviene de Estados Unidos, representando el mayor flujo migratorio del país. Le siguen migrantes de Centroamérica y Sudamérica, siendo Guatemala, Venezuela, Colombia, Honduras y Cuba los principales países de origen. Además, también hay un gran número de migrantes españoles en el país.
En cuanto a los refugiados, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), alrededor de 140.982 personas solicitaron asilo en México durante el año 2023, la cifra más alta desde 2013. Para 2024, este número disminuyó casi a la mitad, con 78.975 solicitudes de refugio registradas según la COMAR.
Tanto en 2023 como en 2024, la mayor parte de los refugiados procedía de Centroamérica. En 2023, las personas originarias de Haití representaron el mayor volumen de solicitudes (31% del total), seguidas por hondureños (30%) y en tercer lugar cubanos (13%). En 2024, Honduras registró la mayor cantidad de solicitudes (aproximadamente 35% del total), seguido por Cuba y Haití, respectivamente.
Las regiones que concentran más personas en movilidad en México son Baja California, Ciudad de México, Chihuahua y Jalisco. Todas estas personas en movilidad, tanto regulares como irregulares, refugiados y solicitantes de asilo, deben ver sus derechos humanos respetados. En un Estado democrático como México, es obligación garantizar los derechos civiles y políticos de todas las personas, incluyendo aquellas en situación de movilidad, asegurando la igualdad ante la ley.
De esta forma, cualquier inmigrante, independientemente de su estatus, puede ejercer su participación cívica de diversas maneras, incluso sin tener ciudadanía mexicana. La Ley de Participación Ciudadana, por ejemplo, establece que toda persona tiene derecho individual y colectivo a deliberar, discutir y cooperar con las autoridades en asuntos públicos.

Así, incluso los migrantes en situación irregular, refugiados, desplazados y/o solicitantes de asilo pueden hacer uso de mecanismos e instrumentos de participación ciudadana como consultas populares, organizaciones de la sociedad civil, comisiones comunitarias, asociaciones, manifestaciones, presupuesto participativo, entre otros.
Algunas de las principales formas de participación activa son:
- El presupuesto participativo: es un mecanismo a nivel municipal que involucra a la sociedad en la decisión sobre el uso de recursos públicos para la elaboración e implementación de políticas y acciones. Esta herramienta busca promover el bienestar y la inclusión social en las decisiones públicas, permitiendo que tanto personas en movilidad regulares como irregulares, así como refugiados o solicitantes de asilo, participen en la definición de proyectos y políticas que reflejen sus necesidades y realidades. Sin embargo, al tratarse de un mecanismo municipal, es necesario consultar las directrices del gobierno local para conocer los criterios de elegibilidad y participación.
- Participación en organizaciones de la sociedad civil: Muchas ONG y colectivos trabajan en temas migratorios, derechos humanos e inclusión social. Las personas en movilidad pueden involucrarse en estos grupos, ya sea como voluntarios, miembros activos o líderes, ayudando a promover políticas más justas. Dos ejemplos son el Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI), que trabaja por los derechos de las mujeres migrantes en México; y la organización Sin Fronteras, que defiende los derechos humanos de las personas en movilidad en el país.
- Involucramiento en consejos consultivos: En México existen consejos en los que la sociedad civil puede participar, contribuyendo a la formulación de políticas públicas. Estos espacios permiten que las personas en movilidad influyan directamente en cuestiones políticas. Un ejemplo es el Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración.
- Manifestaciones y campañas de concientización: La movilización social también es una forma de participación cívica. Así, cualquier inmigrante puede unirse a protestas y campañas, siendo una manera efectiva de llamar la atención de las autoridades sobre sus demandas.
- Participación en espacios culturales y educativos: El involucramiento en actividades culturales, talleres, espacios públicos, proyectos educativos, entre otros, es una forma de integrarse en la sociedad y ocupar espacios que les corresponden por derecho.
¿Qué mecanismos y derechos existen para personas en movilidad?
México cuenta en su legislación con leyes que protegen a las personas en movilidad y garantizan sus derechos. La Constitución mexicana reconoce los derechos humanos de las personas en movilidad y refugiadas, y establece una serie de garantías, como el derecho a la libre circulación, el derecho a la seguridad jurídica, el derecho a asistencia consular, el derecho a solicitar asilo y el derecho a no ser discriminados.
Además, la Ley de Migración de 2011 establece derechos y directrices para las personas en movilidad en el país, garantizando sus derechos fundamentales y el respeto a su dignidad humana. Esta ley reconoce, por ejemplo, el derecho a acceder a servicios de salud, incluyendo atención médica y medicamentos.
Otro importante instrumento de protección es la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político de 2011. Esta ley está alineada con los principios de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 de la ONU, reconociendo los derechos de los refugiados y otorgando protección a quienes huyen de persecución política al solicitar asilo en el país.
La ley garantiza, por ejemplo, el acceso a servicios básicos como salud, educación, trabajo y libertad, entre otros. Además, se rige por el principio de no devolución (non-refoulement), que prohíbe la expulsión o deportación de refugiados a lugares donde su vida o libertad corran peligro.
¿Cómo solicitar asilo en México?
Para solicitar asilo en México, debes completar algunos pasos:
- Contactar a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y presentar la solicitud con la documentación requerida.
- Acudir a una oficina de la COMAR en la fecha asignada para firmar la solicitud.
- Realizar una entrevista con la COMAR, que evaluará el caso y decidirá si se aprueba o rechaza la solicitud.
Para regularizar la situación migratoria, las personas en movilidad pueden acceder al Programa Temporal de Regularización Migratoria, presentando los documentos necesarios ante las autoridades.

Protección de derechos y denuncias
Organismos como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Instituto Nacional de Migración (INM) ofrecen mecanismos para denunciar abusos. Las víctimas pueden llamar al 01 800 838 44 10.
Derechos políticos
La Constitución establece que las personas en movilidad, refugiados y solicitantes de asilo no pueden votar ni ser candidatos en elecciones mexicanas, limitando su participación política.
Los beneficios de la participación para las personas extranjeras y para la democracia mexicana
La participación cívica beneficia tanto a las personas en movilidad y refugiados como a México en su conjunto, fortaleciendo su democracia. Para los extranjeros, el involucrarse en acciones, proyectos, actividades y campañas sociales y políticas fomenta un mayor sentido de pertenencia, facilitando su integración en la sociedad, aumentando la inclusión y reduciendo su marginalización.
Otro beneficio de la participación activa es el mejor acceso a servicios públicos y la garantía de sus derechos, ya que, por ejemplo, la intervención en consejos permite exigir a las autoridades políticas públicas que aseguren aspectos fundamentales como trabajo, salud y educación.
Por último, pero no menos importante, las personas en movilidad (ya sea regularizadas o no) y los refugiados que se organizan y unen tienen mayores oportunidades de combatir la discriminación, denunciar violaciones a sus derechos y luchar por sus garantías fundamentales. Como dice el refrán popular: la unión hace la fuerza.
En lo que respecta a la democracia mexicana, la inclusión y mayor participación de las personas en movilidad enriquece el debate público con nuevas voces, visiones y perspectivas, promoviendo valores democráticos como la libertad y la igualdad.
Para que una democracia sea considerada plena y sólida, el Estado debe garantizar el compromiso social, implementando derechos básicos y acceso a servicios esenciales que respeten la dignidad de todas las personas, construyendo así una sociedad más estable y equitativa.
En otras palabras, la democracia mexicana se fortalece cuando se impulsa la inclusión, y se debilita cuando se fomentan la exclusión, la discriminación y la segregación.
Los desafíos existentes que deben superarse
Según datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2022, aproximadamente el 31.5% de los migrantes o desplazados mayores de 15 años experimentó al menos una situación de discriminación en los últimos cinco años en México. Este porcentaje significa que 1 de cada 3 migrantes en el país ha sufrido algún tipo de discriminación.
Además, según la Enadis, alrededor del 56.4% de los migrantes en México considera que sus derechos no son respetados. Es decir, más de la mitad de la población migrante cree que sus derechos son violados.
Estas cifras indican que, a pesar de los avances, varios obstáculos dificultan la plena participación cívica de las personas en movilidad en México, siendo la discriminación y la xenofobia los principales desafíos. La discriminación refleja que persisten estereotipos negativos y prejuicios, limitando las oportunidades de integración social y política.
Otro obstáculo es la falta de acceso a información clara y la dificultad para garantizar sus derechos. Muchas personas en movilidad desconocen sus derechos y los mecanismos de participación disponibles. Y, más aún, las estadísticas muestran que el Estado mexicano no ha asegurado los derechos básicos de esta población.
Como consecuencia, las personas en movilidad enfrentan dificultades para insertarse en el mercado laboral, acceder a educación, salud y seguridad. En este sentido, combatir la xenofobia y promover políticas públicas de calidad es fundamental para una inclusión plena.
La participación cívica de las personas en movilidad en México es clave para una democracia más justa e inclusiva. Y es responsabilidad de todos contribuir para que esta participación sea cada vez más efectiva.
Referencias
RODRÍGUEZ, Azucena. La participación ciudadana en México. Estudios Políticos, nº 34, p. 93-116, 2015.
OROZCO, Sandra E.; VALENZUELA, Ana M. Democracia y derechos civiles y políticos de las personas migrantes. Colección Género y democracia. Instituto Electoral Ciudad de México, 2020.
ACNUR – Guía para la Protección de los Refugiados en México
ACNUR – ¿Cómo solicitar ser refugiado en México?
Gobierno de México – Panorama de la migración en México
Gobierno de México – ¿Qué extranjeros viven en México?
Gobierno de México – La COMAR en números
Constitución Política de los Estados Mexicanos
SANCHEZ- MONTIJANO, Elena. El modelo de integración de migrantes en México: conviviendo entre dos realidades. NORTEAMÉRICA, año 17, nº 2, 2022.
Politize! – ¿Qué es la democracia? Aprende ahora en hasta 10 minutos
Statista – Número de habitantes extranjeros en México en 2020, por nacionalidad
El Economísta – Recibió México 140,812 solicitudes de refugio en 2023
Comisión Nacional de los Derechos Humanos – Derechos de las personas migrantes
Instituto para Mujeres en la Migración
Gobierno de México – Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración
Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, 2011
Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal
Tramites migratorios – Programa Temporal de Regularización Migratoria
Instituto Nacional Electoral – Personas extranjeras residentes en México
Gobierno de México – Guía Paisano: Denuncias, 2020.
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONPRED) – Discriminación en contra