Los servicios públicos son fundamentales para la calidad de vida de una población. ¿Te imaginas si no hubiera alumbrado público en las calles y parques? ¿O si no existiera la distribución de agua potable? Sería un escenario incómodo y hasta violaría los derechos fundamentales de los ciudadanos mexicanos.
Por lo tanto, en el contexto mexicano, y en la gran mayoría de los países del mundo, los servicios públicos son uno de los pilares fundamentales para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a condiciones mínimas de vida digna. Esto se debe a que proporcionan recursos esenciales para que podamos llevar a cabo nuestras actividades diarias.
Así que, acompáñanos en Politize! para entender exactamente qué son los servicios públicos, para qué sirven y su importancia para la sociedad mexicana.
¿Qué son exactamente los servicios públicos?
De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la prestación de los servicios públicos es responsabilidad de los gobiernos municipales. En este sentido, el ayuntamiento tiene la atribución de identificar y proporcionar los servicios correctos y de calidad para la población.
Los servicios públicos se refieren a las actividades, programas e infraestructuras proporcionadas o supervisadas por el gobierno para satisfacer las necesidades básicas de la población. La existencia de estos servicios también tiene como objetivo promover la igualdad social, ya que todo ciudadano debe tener derecho a ellos.
De esta manera, el gobierno debe proporcionar oportunidades y asegurar que todos los habitantes, independientemente de su clase social o ubicación geográfica, puedan acceder a recursos esenciales para su vida y desarrollo.
Por ello, los servicios públicos están determinados e indicados en la Constitución, que establece que estas actividades deben satisfacer las necesidades de los ciudadanos y estar regidas por la administración pública municipal.
Los servicios públicos esenciales establecidos constitucionalmente son:
- Agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales;
- Alumbrado público;
- Limpieza, recolección, transporte, tratamiento y disposición final de residuos;
- Mercados y centros de abasto;
- Panteones;
- Rastros;
- Calles, parques y jardines y su equipamiento;
- Seguridad pública, conforme al artículo 21 de esta Constitución, policía preventiva municipal y tránsito;
- Los demás que las Legislaturas locales determinen de acuerdo con las condiciones territoriales y socioeconómicas de los Municipios, así como su capacidad administrativa y financiera.
Además, el Estado mexicano establece que estos servicios deben prestarse con base en ciertos principios, para que se garantice la calidad del servicio. Estos son: el principio de generalidad, el principio de igualdad, el principio de regularidad, el principio de continuidad, el principio de obligatoriedad y el principio de adaptabilidad.
Estos principios buscan asegurar que todas las personas disfruten de los recursos proporcionados, sin discriminación y de manera equitativa, respetando los derechos humanos. Además, estos servicios son una obligación del gobierno y deben prestarse de manera regular y continua, con la capacidad de adaptarse para mejorar su prestación.
¿Cómo se prestan los servicios públicos en México?
Para la mayoría de los municipios mexicanos, la prestación de servicios públicos es una de las principales tareas de la administración pública. Esto se debe a que, con la oferta de servicios públicos, el gobierno municipal debe garantizar la seguridad, el bienestar y el desarrollo de sus habitantes, haciendo valer las garantías a las que tienen derecho.
Se puede decir que el ayuntamiento, o el gobierno municipal, es donde ocurre la relación más cercana entre el Estado y la sociedad. Si un ciudadano enfrenta un problema en su calle o barrio, por ejemplo, es en el ayuntamiento o en las oficinas públicas municipales donde primero busca ayuda.
Lo contrario también sucede. Las acciones municipales, como la construcción de una escuela, afectan directamente a la población casi de manera inmediata. A partir de esta consideración, la gestión pública municipal tiene un impacto directo en la satisfacción de las necesidades básicas de sus habitantes.
Así, dentro del orden jurídico, se reserva al municipio la responsabilidad de prestar los servicios públicos. La provisión de agua potable y saneamiento básico, por ejemplo, es un servicio esencial para la población. Por lo tanto, el gobierno municipal debe implementar políticas de construcción y mantenimiento de infraestructura adecuada para el tratamiento de aguas residuales, tratamiento y distribución de agua potable.
La recolección de basura es uno de los servicios públicos que debe brindar el gobierno. Imagen: Pexels
En este sentido, es obligación del gobierno municipal contar con el equipo, la tecnología y el personal necesarios para proporcionar los servicios a la población. En el caso del suministro de agua potable, esto implica la instalación, mantenimiento y conservación de redes de agua, su tratamiento, distribución y control de calidad.
Como consecuencia, el municipio ejerce la administración directa sobre los servicios públicos, gestionando sus recursos humanos, materiales y financieros. Estos factores determinan si el servicio se presta de manera eficaz, equitativa y continua. La prestación del servicio puede llevarse a cabo por una empresa pública, por el sector privado en caso de concesión o por una organización descentralizada o paramunicipal.
Desafíos de los servicios públicos
Según datos de 2023 de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental, la mitad de la población que vive en zonas urbanas de México no está satisfecha con los servicios públicos ofrecidos. Así, la calidad del servicio parece no ser la ideal.
Alcanzar un nivel adecuado de calidad es un desafío que debe superarse. Para ello, el financiamiento y la inversión en servicios públicos deben mejorar. Inversiones insuficientes en áreas fundamentales como seguridad, suministro de agua y recolección de basura dificultan la ejecución de actividades que satisfagan las necesidades de la población.
Sin el financiamiento adecuado, no se garantiza la disponibilidad de recursos esenciales para la prestación de los servicios. Como resultado, el servicio es limitado y su infraestructura se deteriora, incapaz de expandir su acceso y mejorar su calidad.
Otro desafío es el acceso a los servicios públicos. La desigualdad regional y la desigualdad socioeconómica dificultan el acceso equitativo de la población a servicios públicos de calidad. Mientras que las áreas metropolitanas cuentan con mejor infraestructura y servicios desarrollados, muchas regiones del país carecen de infraestructura básica.
Según el informe El Agua en México de 2022, unos 12 millones de mexicanos no tenían acceso al agua potable, un recurso vital para una vida digna. Este es un ejemplo de un servicio público al que un gran número de ciudadanos no tiene acceso, lo que demuestra que la oferta y prestación de servicios básicos sigue siendo insuficiente.
Estos obstáculos impiden que toda la población mexicana vea satisfechas sus necesidades y mejoren sus condiciones de vida.
La importancia de los servicios públicos para la sociedad
A pesar de los desafíos persistentes, es innegable la importancia de los servicios públicos para la sociedad mexicana. Tienen un efecto directo en la calidad de vida individual y colectiva, así como en el desarrollo nacional. No se puede desarrollar un país sin que su población cuente con condiciones y estructura material mínima para llevar una vida digna.
La provisión de servicios públicos de calidad tiende a garantizar una población sana, lo que no solo impacta el bienestar, sino también el ámbito económico, ya que una persona sana tiene más posibilidades de entrar al mercado laboral y ser económicamente activa.
En este sentido, los servicios públicos de calidad tienen la capacidad de garantizar derechos fundamentales y sociales. Su prestación muchas veces representa la materialización de derechos previstos en la legislación nacional.
El reconocimiento y la aplicación de los derechos humanos, por ejemplo, pasa por la provisión de agua potable, saneamiento básico, seguridad pública, recolección de basura, etc. Esto significa que la falta de servicios públicos es un atentado contra los principios de los derechos humanos que buscan la dignidad y el bienestar de todos, sin discriminación.
Por lo tanto, los servicios públicos también afectan el orden social, al proporcionar recursos que ayudan en la organización de la sociedad y en la infraestructura de las ciudades.
¿Qué podemos hacer?
Los servicios públicos desempeñan un papel vital en la promoción del bienestar y el desarrollo humano, a pesar de los desafíos significativos relacionados con la calidad y la oferta de estos servicios para todos.
A pesar de los esfuerzos, aún queda mucho por hacer para garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de dónde vivan, tengan acceso equitativo a servicios públicos de calidad. El acceso pleno y la garantía de calidad de los servicios públicos también fortalecerían la democracia, ya que mejorarían la relación entre el Estado y el ciudadano.
La prestación adecuada de los servicios públicos es una demostración de que el Estado tiene la capacidad de cumplir con sus obligaciones y proteger a toda la población. Por lo tanto, como ciudadanos, debemos exigir a las autoridades públicas responsables que cumplan con sus deberes y proporcionen servicios públicos de calidad para todos.
Fiscalizar y exigir a nuestros gobernantes es uno de nuestros derechos y deberes. Y exigir la prestación de servicios públicos es exigir que los derechos constitucionales sean garantizados y aplicados en la práctica.
Referencias
Secretaría de Governación. Guía de Servicios Públicos Municipales.
YESAKI, Mauricio. El concepto de servicio público y su régimen jurídico en México. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 2008.
TORRES, Jorge M. Los servicios públicos como derecho de los individuos. Ciencia y Sociedad, vol. 36, nº 4, 2011.
El Economista – Sólo la mitad de los mexicanos están satisfechos con los servicios públicos, 2024.
El Economista – En México 12 millones de personas carecen de acceso a agua potable, 2023.