Seguramente ya has escuchado sobre casos de violencia relacionados con la seguridad pública en México. Ya sea relacionados con las mafias, el narcotráfico o los problemas que ocurren en la frontera mexicana con Estados Unidos.
Mucho de esto es retratado en el cine de Hollywood, que muestra las fisuras en la seguridad del país y la gran concentración de pandillas que dominan ciertas regiones.
Históricamente, México enfrenta problemas de violencia civil y precariedad en la seguridad pública, provenientes de un pasado marcado por fragilidades en la estructura económica, conflictos sociales y concentración del crimen organizado.
Si quieres saber más sobre las políticas de seguridad en México, sigue con Politize!. Aquí te contaremos desde los aspectos históricos de esta seguridad hasta las políticas actuales contra la violencia.
Panorama Histórico de la Seguridad Pública en México
Desde que México declaró su independencia en 1810, diversas disputas territoriales y por el poder han marcado su historia. A lo largo del siglo XIX, el país perdió gran parte de su territorio ante Estados Unidos, que hoy incluye algunos estados como California, Utah, Arizona, Nevada y Nuevo México.
Uno de los principales hitos históricos fue la Revolución Mexicana, que comenzó después de acusaciones de fraude en las elecciones de 1910. Un grupo de campesinos se unió para reclamar los derechos de los trabajadores y los indígenas, pidiendo una serie de medidas, siendo la reforma agraria la principal.
Tras la Revolución Mexicana, México pasó por una serie de gobiernos inestables y poco democráticos. Esto se reflejaba en el desequilibrio entre lo económico y lo social. Cuanto más se desarrollaba y consolidaba como una economía emergente, más crecía la desigualdad.
Al igual que gran parte de los países de América Latina, México pasó por un siglo XX turbulento y revolucionario. En medio de diversos episodios de violencia, el país consolidó una seguridad pública llena de fisuras.
Además, la inestabilidad política y económica, junto con la posición muchas veces opresora del gobierno, crearon un escenario social mexicano violento.
En 2006, el gobierno, considerado estable y pacífico, de Vicente Fox fue sucedido por el mandato de Felipe Calderón.
La primera acción de Calderón fue declarar la guerra a los cárteles del crimen organizado y federalizar la responsabilidad de la seguridad pública del país. A partir de eso, México siguió una dirección orientada hacia la militarización de la seguridad, con enfoque en el combate a las drogas y al crimen organizado. Por ello, México se enfrentó a una guerra civil que perdura hasta hoy.
El Narcotráfico en el Contexto Social de México
El surgimiento de los cárteles mexicanos comenzó incluso antes de que las drogas fueran criminalizadas en el siglo XX. Algunos productores de drogas ya tenían cadenas productivas cuando estas se usaban con fines medicinales.
Sin embargo, fue solo en los años 70 que los cárteles se consolidaron, con la consolidación del tráfico internacional de drogas. A partir de ahí, el escenario mundial de drogas comenzó a organizarse de una forma que permanece hasta hoy.
Inicialmente, los cárteles de drogas de México no tenían protagonismo en el narcotráfico latinoamericano. Era el crimen organizado de Colombia el que dominaba el mercado, teniendo como principal objetivo el comercio hacia Estados Unidos, que ocurría a través de Florida.
El ascenso de los cárteles mexicanos se dio tras el gobierno de Richard Nixon en Estados Unidos. Nixon inició su gobierno con una posición conservadora, instalando una prohibición más rígida hacia las drogas en el país.
Con el debilitamiento del suministro colombiano y la rigidez en la comercialización de drogas dentro del territorio estadounidense, los cárteles mexicanos asumieron el papel de suplir la demanda de Estados Unidos.
Con eso, el mercado comenzó a funcionar de la siguiente manera: Colombia suministraba las drogas, los países de América Central servían como intermediarios del transporte, y México se convirtió en el principal distribuidor de drogas hacia Estados Unidos. Incluso antes de este ascenso, el crimen organizado de México ya era responsable de gran parte de la violencia del país. Las luchas por el poder y el dominio del mercado competitivo siempre fueron la causa de muchas muertes.
Además, el narcotráfico también se infiltró en otros aspectos sociales, como la generación de empleos. Un estudio mostrado en el periódico O Globo identificó que el crecimiento del tráfico de drogas convirtió a los cárteles en el quinto mayor empleador de México.
Ante esto, muchos gobernantes intentaron combatir las organizaciones criminales que movían el mercado de drogas del país y acabar de una vez por todas con la violencia que diseminaban. La cooperación entre Estados Unidos y México también es un punto importante en la seguridad pública mexicana. A través de la Iniciativa Mérida, esta asociación proporcionó recursos y entrenamiento a las fuerzas mexicanas.
A pesar de ello, críticos señalan que el enfoque punitivo prioriza el combate a las drogas en lugar de abordar sus causas estructurales.
La Militarización de la Seguridad Pública Mexicana
Así, Felipe Calderón llegó con una propuesta de combatir el crimen organizado. En su mandato, adoptó una política de responsabilización federal sobre los crímenes de drogas en el país. Es decir, el gobierno intervenía directamente en el combate a los cárteles, muchas veces utilizando a las Fuerzas Armadas.
La intención de la nueva política era combatir el tráfico de drogas, que solo crecía, y la violencia que venía con él, pero el efecto no fue el esperado. Buscando combatir directamente el problema de las drogas, Felipe Calderón inició en su gobierno un período de militarización de la seguridad pública, colocando a más de 45 mil militares en el combate al narcotráfico.
Inicialmente, el gobierno alegaba que esta sería una medida temporal, usada solo para mitigar la violencia proveniente del tráfico de drogas que solo crecía en el país. Sin embargo, incluso después del gobierno de Calderón, los militares continuaron en las calles.
De esta forma, existe una gran discusión sobre las relaciones civiles-militares en México, que abordan hasta qué punto las Fuerzas Armadas deben tener influencia en el gobierno y en la seguridad civil. Para algunos, la militarización, incluso con sus costos sociales, es vista como un mal necesario para estabilizar regiones dominadas por cárteles antes de implementar soluciones civiles a largo plazo.
En 2019, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador instituyó la Guardia Nacional en el país, con el objetivo de quitar el enfoque de la seguridad pública de las Fuerzas Armadas y traer otro enfoque en el debilitamiento de los cárteles mexicanos. Sin embargo, con la fuerte consolidación de los militares en las calles, la medida se convirtió solo en una extensión de la militarización de Felipe Calderón.
La Guardia Nacional
Andrés Manuel López Obrador, en su gobierno, formuló el Plan Nacional de Paz y Seguridad (2018-2024). Una de las medidas propuestas era la creación de una Guardia Nacional, que sería una alternativa al uso de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública de México.
La Guardia Nacional fue creada con el objetivo de ser la fuerza combatiente contra el crimen en México. Reemplazaría a la Policía Federal e integraría a la Policía Civil y la Policía Marítima, estando bajo el mando civil de la Secretaría de Seguridad.
Cuando López Obrador, entonces candidato a la presidencia, anunció sus propuestas de reformulación del sistema de seguridad pública, se discutió mucho si este sería el camino para una sociedad mexicana más pacífica.
Aunque inicialmente compuesta por militares, la Guardia Nacional buscaba crear una alternativa a las Fuerzas Armadas, con un modelo que priorizara la seguridad interna de forma más dirigida. Aun con estos objetivos declarados, la realidad fue otra: además de ser comandada por un general, la mayor parte de la Guardia Nacional sigue formada por militares.
Mientras tanto, hoy en día, diversas enmiendas intentan aprobar que la Guardia Nacional sea integrada a la Secretaría de Defensa, lo que la convertiría oficialmente en una fuerza militar.
En 2024, esta propuesta de reforma constitucional fue aprobada por el Senado con la mayoría de los votos, aunque en 2022 una medida con el mismo objetivo fue vetada por la Suprema Corte de Justicia. Muchas organizaciones internacionales consideran esta medida peligrosa, ya que pondría definitivamente la seguridad pública mexicana en manos de militares.
Aun así, miembros del gobierno defienden que, sin una presencia militar robusta, el Estado perdería completamente el control de ciertas regiones dominadas por el narcotráfico. La posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, trajo repercusiones sobre cómo sería el futuro de la fuerza combatiente. Principalmente porque ella es del partido Morena, el mismo que López Obrador.
De acuerdo con Sheinbaum, la militarización que tanto preocupa a la comunidad internacional no ocurrirá, ya que ella, como civil, será la responsable de las Fuerzas Armadas.
Por otro lado, con la creación de la Guardia Nacional y la militarización de las fuerzas civiles, el gobierno logró llevar agentes de seguridad a áreas anteriormente dominadas por cárteles, aumentando la presencia del Estado en regiones vulnerables.
Políticas de Seguridad Pública Preventivas y Alternativas
Con la transferencia de la responsabilidad de la protección pública de los civiles a los militares, la violencia en México presentó una tasa de crecimiento. Aunque, a pesar de que las políticas de militarización aumentaron los índices de violencia a corto plazo, argumentos muestran que las Fuerzas Armadas tienen mayor capacidad para combatir organizaciones criminales bien armadas que la policía civil.
Existen políticas preventivas y alternativas que pueden servir como medio para reducir las tasas de homicidios y desapariciones e incentivar el desarrollo social sostenible.
En el ámbito de la prevención, algunos países con altas tasas de IDH muestran que invertir en la educación básica y promover la participación social en las políticas gubernamentales pueden disminuir el índice de violencia.
Además, pueden realizarse incentivos a proyectos locales que generen empleos y mejoren las condiciones de vida local, haciendo que la criminalidad no sea la mejor alternativa de supervivencia.
En cuanto a las políticas alternativas, México ya cuenta con algunos programas de incentivo como “Jóvenes Construyendo el Futuro”, que emplea a jóvenes en proyectos de infraestructura y servicios públicos, y “Ciudades Seguras” de ONU-Habitat, que mejora la seguridad urbana a través de intervenciones en espacios públicos.
La reinserción social es otra forma de contribuir a la disminución de la criminalidad. Michel Foucault, en el siglo XX, mostraba la importancia de romper el ciclo del crimen para que la violencia no se perpetúe a través de la realidad social.
Retrato de la Seguridad Pública en México en Películas y Series
Como se mencionó anteriormente, la violencia presente en México, especialmente la relacionada con el tráfico de drogas, es muy retratada en el cine.
La película “El Infierno” es una comedia que satiriza toda la violencia que el país enfrenta y, de forma extremadamente caricaturesca y estereotipada, muestra lo que muchos mexicanos viven diariamente.
Por otro lado, la película “Cartel Land” muestra más el lado de la guerra contra las drogas, protagonizada por los militares y con intenso apoyo de Estados Unidos. En la trama se retratan los desafíos enfrentados por las instituciones mexicanas.
Aunque las políticas de seguridad pública en México presentan muchos desafíos, se están proponiendo reformas y aparecen intentos de cambio con cada nuevo gobierno.
Mientras tanto, la población mexicana espera medidas que rompan el ciclo violento, combatan a los cárteles de drogas y traigan un poco de paz a quienes nunca la han visto.
¿Ya sabías sobre estas políticas de seguridad pública en México? ¿Has visto alguna película que retrate el crimen organizado mexicano?
Referencias
CAVALCANTI FILHO, RicardoCaldas. Mortes violentas no México no século XXI: uma drástica mudança de cenário. Ponto-e-Vírgula, n. 22, 2017. Disponível em: https://revistas.pucsp.br/index.php/pontoevirgula/article/view/40141 CARTA CAPITAL – Claudia Sheinbaum toma posse como presidenta do México
ENCONTRO ABRI 2021. Trabalho apresentado no Encontro da Associação Brasileira de Relações Internacionais. Disponível em: https://www.encontro2021.abri.org.br/trabalho/view?ID_TRABALHO=3455
FOLHA DE PERNAMBUCO. Senado do México aprova que Guarda Nacional fique sob comando do Exército.
MÉXICO. Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024. Ciudad de México: Gobierno de México, 2018. Disponível em: https://lopezobrador.org.mx/wp-content/uploads/2018/11/Plan-Nacional-de-Paz-y-Seguridad_.pdf. Acesso em: 18 jan. 2025.
RAMPINELLI, Waldir José. A Revolução Mexicana: seu alcance regional, precursores, a luta de classes e a relação com os povos originários. Revista Espaço Acadêmico, v. 126, 2011. Disponível em: https://periodicos.uem.br/ojs/index.php/EspacoAcademico/article/view/14401 SITES USP – Portal Latino Americano: México
